No soy muy de poesía. Me decanto por la novela y el ensayo. Por eso, estas semanas, con la movida interna del PP, pues he tenido que consultar sobre una de las metáforas más repetidas: la del verso suelto.
Antes del Congreso, "el blando" Gallardón se autocalificaba de "verso suelto". Se nos había salido del poema. Quedaba desencajado, descolocado y sin rima. Y a esto que llega Rajoy, la mayoría del aparato, le afirma como líder, y resulta que se Gallardón pasa a formar parte del soneto del centro.
Y Aguirre, que sabe un rato de poesía, pues algún parentesco tiene con Jaime Gil de Biedma, en un descuido, le roba a Gallardón el título de "verso suelto" para añadirlo al de marquesa.
Insisto, como uno no sabe mucho de poesía, entiende que lo de ser el "verso suelto" dentro del PP debe ser como el recopetín. Todo el mundo lo quiere para sí. Y yo, que no me entero, no se si tras el Congreso del PP la rima es asonante o consonante.
lunes, 23 de junio de 2008
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