Lo de Estepona tiene el mismo nombre que lo de Alhaurín, y por supuesto, que lo de Marbella.
Nadie puede hablar de casualidad cuando, en la misma zona se destapan varios casos de corrupción con unas características más que similares. Y cuando además, existen serias sospechas sobre otro buen número de casos en otros municipios de la zona.
Los casos que se van destapando nos muestran cómo la corrupción no es una cuestión de un grupo reducido de personas, sino que se abre camino con la connivencia de una buena parte de la sociedad.
El ejemplo de Marbella tal vez sea el más claro: jueces, policías, políticos, constructores, notarios... La corrupción se impone cuando una mayoría recibe una parte de la tarta; de manera indirecta o directa; más o menos sabrosa.
miércoles, 18 de junio de 2008
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