Fin del Congreso. Todos tranquilos. Todo solucionado. Crucificados los perdedores. Animosos los ganadores. Silencio. El tiempo cura las heridas. Y cuando el río parecía haber vuelto a su cauce, ¡se monta el pollo padre!
Aguirre nos sirvió el preámbulo: expulsa a los Consejeros que se ofrecieron a acompañar a Rajoy y lo salpimenta con el espionaje a uno de los guillotinados (Prada).
"La impuesta", Sánchez-Camacho, gana por la mínima el Congreso del PP de Cataluña. Su rival se declara en rebeldía, los delegados la sacan a hombros del Congreso y despiden a Ana Mato con abucheos.
Aznar se desmelena (ahora puede) y el Presidente del PP se despacha a gusto en una entrevista en Antena 3. No da nombres, pero entre líneas se lee muy bien que no está para nada de acuerdo con lo que está haciendo Rajoy.
Varios altos cargos del PP del País Vasco presentan su dimisión y María San Gil y Mayor Oreja dicen que no irán al Congreso Regional del PP.
Pues nada, que el festín continúe.
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