Gallardón no perdona una. En este caso, ha aprovechado la muerte del joven Ussia para cerrar La Riviera.
No nos explicará qué tiene una cosa que ver con la otra. Aunque no hace falta, La Riviera lleva sufriendo el acoso de Gallardón ya varios años. Queda saldada así una cuenta pendiente.
Si por cada muerte violenta en Madrid Gallardón cerrase un local o comercio, la capital sería un erial. Llevamos ya cerca de 70.
viernes, 21 de noviembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario