sábado, 28 de marzo de 2009

Silencio

Siempre el silencio. Ese maldito y duro silencio. El vacío. La nada.

Silencio es el lugar que frecuentan quienes nada creen tener que decir o quienes tienen mucho que callar.

Tal vez el silencio de la verguenza. No, de la verguenza no, porque este es un silencio reservado para quiénes se arrepienten, para quiénes reconocen sus errores, para quiénes la conciencia les mata... No es el caso. No. No es el caso de Federico Trillo.

El silencio como refugio, como armazón para continuar a lo suyo, para decir una vez más "adios" a la responsabilidad. Un silencio con el que menosprecia a las víctimas y con el que lastima e insulta a los que les sobrevivieron; a sus familiares, a sus amigos...

¡¡Cuánta falta de escrúpulos acumulada en tanto silencio!!

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