Siguiendo este lamentable espectáculo de un partido que no sabe por donde encontrar el tan añorado centro (¿cuántos años llevan en la búsqueda?), uno se pregunta: si Gallardón está intentando hacer el último giro de cintura para ganarse la confianza de Rajoy y de un partido en el que milata desde hace más de 20 años (¿qué tiene Gallardón que en 20 años no ha conseguido la confianza de su partido?); si Aguirre está haciendo equilibrios para ser "la alternativa" y no morir en el intento, ¿quién demonios se está encargando de sus responsabilidades en la Comunidad y en Madrid?
Tomás Gómez ya lo ha denunciado varias veces: Gallardón y Aguirre están subordinando sus responsabilidades al objetivo de ganar la mejor posición en la carrera por la sucesión de un defenestrado Rajoy (hasta el responsable de comunicación del PP le da por muerto -en términos de imagen, se entiende-).
Un engaño, un fraude, una tomadura de pelo es para los madrileños (para los que les votaron y para los que no lo hicimos) este juego de Gallardón y de Aguirre. Un juego de irresponsables.
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