Ayer se celebraba el Día de la Constitución española y nos encontramos con que los mismos que se han pasado años remarcando las ausencias, en particular, la de los representantes de las Comunidades Autónomas donde el nacionalismo tiene más arraigo, el País Vasco y Cataluña, decidieron no asistir acatando, imagino, una consigna de quienes llevan a la deriva el timón de Génova.
En último término, faltaron los mismos que no votaron a favor de la Constitución española; con lo que vinieron a saldar una especie de deuda histórica consigo mismos. Debía ser lo que les pedía el cuerpo desde hace años.
Este año en cambio, y por primera vez, el Presidente del Gobierno vasco y del Gobierno catalán. Un ejemplo de normalidad democrática.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario