La trama de Correa sabía cómo tratar a quienes (presuntamente) les beneficiaban con contratos.
Sra. Barberá, ahí está y no en otro lugar la diferencia entre los regalos que la gente de Correa hacía a miembros de su partido, y los que reciben, por ejemplo, los Presidentes.
En su momento, Gaddafi no esperaba de Aznar ningún negociete que le reportase "pastuqui" cuando le regaló un caballo libio, como tampoco lo espera Miguel Ángel Revilla cuando regala a Zapatero anchoas cántabras.
El Bigotes, Correa y demás, en cambio, sí querían obtener provecho (para ellos y ¿para quién más?, ¿tal vez para el propio PP?...) de los regalos que ofrecían a los compañeros de Barberá y cia.
miércoles, 22 de julio de 2009
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1 comentario:
No nos equivoquemos: Rita Barberá, con más conchas que un galápago, ha callado a todos nuestros cargos en cuanto ha hablado de cómo proliferan los obsequios...
Y es que el error ha sido centrarse en lo de los regalos, empezando por lo de los trajes de Camps, entre otras cosas porque quizás sea imposible probar ante un juez (otra es suponer...) que los regalos comportaron una compensación. Además, lo grave en el asunto de Camps no es que haya recibido unos trajes, sino que él haya afirmado: "Yo me pago mis trajes". Y cuando se demuestre que no ha sido así, ahí es donde habrá que darle, en la mentira, que es lo que el votante va a penalizar.
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